miércoles, 16 de diciembre de 2015

La ebriorexia o “drunkorexia”, por su nombre en inglés, es una enfermedad que conjuga varias conductas perjudiciales como la bulimia, la anorexia y el alcoholismo. Este trastorno consiste en dejar de comer para compensar las calorías obtenidas luego del consumo de alcohol. La ebriorexia es más frecuente en las mujeres que en los hombres, suele darse en personas entre los 18 y 30 años. Además del abuso de bebidas alcohólicas, la ebriorexia se conjuga con otras conductas dañinas como realizar “atracones”, para luego provocarse el vómito. De allí que se afirme que la ebriorexia es una extraña mezcla entre anorexia, bulimia y adicción al alcohol.
El principal peligro de la ebriorexia se centra en la aceptación social que tiene el alcohol, pues no está mal visto que una persona beba socialmente. Dicho de otra manera, el beber en exceso es tolerado, mientras que ser delgado es una exigencia cultural.
La tendencia de ingerir alcohol es muy peligrosa, ya que con frecuencia va acompañada de la ingesta de drogas y si a esto se le agregan disfunciones alimenticias, “el cóctel final puede resultar fatal”

Existen casos más graves en los que el alcohol se sustituye por drogas como las metanfetaminas, con el propósito de inhibir el apetito. Dicho de otra manera, el beber en exceso es tolerado, pero tiene muchos peligros como:

  • Problemas cognitivos a corto y largo plazo
  • Dificultad de concentración
  • Pérdida de la capacidad de estudiar
  • Alteraciones en la actividad de los neurotransmisores
  • Problemas a la hora de tomar decisiones
  • Comportamiento arriesgado y/o violento
  • Daños en los órganos vitales a edades tempranas
  • Enfermedades crónicas.
  • Problemas gastro-intestinales


“Lo preocupante no es que dejen de comer para no engordar, sino que convierta el alcohol en su único alimento.”


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